El
héroe tenía una misión que cumplir. Armando y con el caballo a la
puerta, iba a partir para salvar a su pueblo. La esposa le imploró que
renunciara a la hazaña:
–Puede costarte la vida. Confórmate con la vida y con el amor –le repetía llorosa, inclinada.
El héroe, para cumplir con su deber, sacó la espada y mató a la esposa, obstáculo, razón, debilidad.
Al volver a su hogar, después de la victoria, el héroe mandó encender el fuego y quemó, hasta carbonizarla, su mano derecha.
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