domingo, 21 de octubre de 2018

Lo maté porque me dolía la cabeza. Max Aub.


Lo maté porque me dolía la cabeza. Y él venga hablar, sin parar, sin descanso, de cosas que me tenían completamente sin cuidado. La verdad, aunque me hubiesen importado. Antes, miré mi reloj seis veces, descaradamente: no hizo caso. Creo que es una atenuante muy de tenerse en cuenta.

Crímenes ejemplares. Max Aub, 1957.

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