Éste es para mí el mejor momento
del día: cuando me la machaco en la ducha. No empecemos a chuparnos
las pollas todavía. Tócala, Sam. ¿Me estás hablando a mí? ¿Me
estás hablando a mí? Entonces, ¿a quién demonios le estás
hablando? ¿Me estás hablando a mí? El odio es un lastre, la vida
es demasiado corta para estar siempre cabreado. He cruzado océanos
de tiempo para encontrarte. Vamos a llevarnos bien, porque si no van
a haber hondonadas de ostias aquí, ¡eh! Me llamo Íñigo Montoya.
Te
haré una oferta que no podrás rechazar. Si tomas la pastilla azul
fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras
creer. Si tomas la roja, te quedas en el País de las Maravillas. El
mundo está cambiando, la música ha cambiado, hasta las drogas están
cambiando. Aún no tengo el mono, pero está en camino, eso seguro.
La parte contratante de la primera parte será considerada en este
contrato. Anda, alégrame el día. ¿Nos hacemos unas pajillas? Que
la Fuerza te acompañe. ¡Oh, capitán, mi capitán! ¡Dios mío, no
siento las piernas! Ya están aquiiiií... ¡Soy el rey del mundo! He
visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de
Tannhäuser. La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que
te va a tocar. Sé lo que estás pensando: si disparé las seis balas
o sólo cinco. Bueno, nadie es perfecto. Este es el comienzo de una
gran amistad. ¡Mi tesoro! A Dios pongo por testigo que jamás
volveré a pasar hambre. Esta pistola es una Magnun 44, el arma más
poderosa del mundo, que puede volate la cabeza de un tiro, sólo
tienes que responderte a ti mismo: ¿es mi día de suerte? Enséñame
la pasta. Toma el dinero y corre. Sayonara, Baby. Volveré.
Petricor, 2018.
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