Después de veinte años, mi padre se presentó en casa como si nada. Estaba exactamente igual que el día que desapareció. Llevaba la misma gabardina y una bolsa de plástico con tres paquetes de Ducados. Tras abrazarlo, le preguntamos dónde había estado todo este tiempo. Nos dijo que se acababa de ir a por tabaco y que había vuelto enseguida. Que no entendía cómo habíamos envejecido tanto en solo diez minutos.
Os preguntaréis por qué os he reunido aquí. 2024.
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