De
noche, en la biblioteca, las voces se levantan de las páginas y vagan
susurrando por los largos y vacíos corredores.
El
cuerpo de la anciana bibliotecaria fue consumiéndose lentamente, hasta
convertirse en un arrugado papiro que narraba su vida.
CUENTACUENTOS:
hoy en la biblioteca está permitido sorprenderse, pasar miedo y reír muy alto.
En
el mismo anaquel de la biblioteca el tomo de ciencia ficción y el de fantasía
medieval, luchan por alcanzar primero la mano del niño.
El
ratoncito de la biblioteca solo roe libros de fantasía, ya se nota, como dos montañitas, las puntitas
de las alas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario