Sancho
Panza repitió, palabra por palabra, la descripción que el difunto
don Quijote le había hecho de Dulcinea.
Verde
de envidia, Dulcinea masculló:
-Conozco
a todas las mujeres del Toboso. Y le puedo asegurar que no hay
ninguna que se parezca ni remotamente a esa que usted dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario