domingo, 11 de octubre de 2020

¿Yo? José María Merino.

De niño imaginaba que la Luna no estaba allá arriba, sino dentro de mí, que mi mirada la proyectaba en el cielo como hacía con las películas el ojo palpitante de las máquinas de los cines en las pantallas. Con los años he comprendido que tenía razón; la Luna está dentro de mí, como el Sol, y la Vía Láctea, y esas galaxias que aparentan ser tan lejanas y extensas. Y procuraré que se mantengan aquí dentro por los siglos de los siglos, es decir, mientras viva.


El libro de las horas contadas, 2011.

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