El arcángel
sobrevuela el pueblo y, con un suntuoso batir de alas, aterriza
delante de la casa del carpintero.
–Debo
hacer un anuncio importante –dice cuando José, el carpintero, abre
la puerta.
–Usted
dirá.
Es
un taller oscuro, pero la luz que irradia el arcángel le permite
vislumbrar las herramientas dispersas; el suelo está tapizado de
serrín y virutas; en un rincón, María, la esposa del carpintero,
amamanta un bebé.
–Usted
dirá –repite José.
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