sábado, 11 de marzo de 2023

La cadena. Rafa Heredero García.

Reconozco que soy un cobarde, como tantos otros, y que si no llego a descubrir esa página en la Internet oculta, nunca me hubiera atrevido a hacerlo. Después de leer las condiciones y de comprobar que con el método propuesto me sentía capaz, decidí firmar el contrato. Rellené un formulario muy detallado con mis datos, di mi conformidad y pagué lo que pedían, sin importarme el precio.

Ellos, discretamente, me proporcionaron todo: el arma, la víctima, sus costumbres, el mejor momento para encontrarla desprevenida... Era reconfortante comprobar esa profesionalidad. Hasta se ocupaban de las cuestiones legales en el caso de que surgiese algún problema inesperado. Lo que me sorprendió fue el objetivo. La mujer debía tener unos treinta años. No hice ninguna pregunta. Cada cual tiene sus motivos. Ayer le disparé dos veces. No llegó a enterarse de nada.

Ya he cumplido con mi parte del trato. Ahora llega mi turno. Espero que mi verdugo sea tan profesional como lo he sido yo.


 

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