jueves, 15 de junio de 2017

Anatomía de un milagro. Carlos Salem.

Sotanovsky es un triste opositor a Notaría que vive esperando que ocurra algo que cambie su vida. Vive con su madre, que es inválida y se pasa el día frente al televisor, acariciando al perro. El perro también es inválido. Sotanovsky no soporta a su madre, pero sigue a su lado porque ella lo chantajea con la herencia que le dejará al morir. Madruga, estudia, y sueña. Inventa el rostro de ELLA, una mujer sin rostro, lee novelas que protagoniza en sueños, se masturba (esto no mostrarlo, sólo sugerirlo). Cada día, cuando cae la noche, sale a pasear por el barrio, pero llevando en brazos al perro inválido. El perro es un San Bernardo. Antes de pasar frente a cada portal, Sotanovsky siente que se le acelera el corazón, porque desde allí puede salir el amor de su vida. Una noche, al llegar a la avenida, divisa en la otra acera la silueta de una mujer que sale de un portal. Y adivina que es ELLA. Cruza corriendo, entorpecido por el peso del perro, y es atropellado por un camión. Sotanovsky también queda inválido pero aprueba las oposiciones y ya es Notario. Su madre muere y le deja el perro en herencia. Pone un anuncio solicitando un ayudante y se presenta una mujer. Es ELLA. Sotanovsky la contrata para que los pasee a él y al perro, pero no le declara su amor. Una noche, al cruzar la avenida, ELLA reconoce en la otra acera una silueta: es ÉL, el amor de su vida, el hombre que ha esperado ver salir de un portal durante años. Corre a su encuentro y los atropella un camión. El mismo camión. Muere ELLA. Muere ÉL. Muere Sotanovsky. El perro aúlla lastimero y camina, ante el asombro de las vecinas que gritan que es un milagro. El camionero, de la impresión, queda inválido.

Mujeres con gato. Carlos Salem, 2016.
 

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