Cuando se despertó el dinosaurio todavía estaba allí, así que la
pequeña le preguntó:
-¿Qué? ¿Somos ya
la princesa y el dragón del cuento?
El dinosaurio miró
a la niña (su piel oscura, su pelo rizado negro, sus ojos de
azabache), y suspirando con sus 2,3 toneladas de estegosaurio le
contestó:
-No, aún no, pero
ya queda poco, sigue durmiendo, yo te aviso.
hola ya he hecho los ejercicios
ResponderEliminarbuenas Eva solo me queda un ejercicio por hacer
ResponderEliminarS.E.M
Hola, S. Escríbeme un correo con las actividades.
ResponderEliminarSaludos.
Eva.
No lo entiendo mucho, creo que esta soñando
ResponderEliminarDHC