sábado, 20 de julio de 2019

Origen. Caro Fernández y Leo Mercado.

Los antiguos habitantes de la Mesopotamia sostenían que el ácido de la primera cebolla domesticada, eyectado accidentalmente sobre los ojos de su cosechador, habría inventado el llanto.
Desde entonces, nos pasamos unos cinco mil años tratando de entender la tristeza.

 Hacer el cuento. Microcrónicas, 2012.

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