He nacido en una flor
que se gira en los entierros,
con los ojos rojos
en solapa ajena.
He nacido en una flor
con la herida a cuestas.
Y he subido montes
y he bajado almenas,
ojalá guardaras ese olor.
He nacido en una flor
con la herida a cuestas.
No le importa a la montaña
otra hazaña del escalador.
Poco importa a la guadaña
la mirada del enterrador
si al final te quiebras,
si al final te quiebras.
Tú has nacido en una flor
con promesas de verbena,
de domingo largo
y primavera eterna.
Has nacido en una flor
con las llaves puestas.
Y has callado reyes,
y has tumbado reinas.
Ojalá tuviera yo ese honor.
Has nacido en una flor
de un jardín sin puertas.
No le importa a la montaña
otra hazaña del escalador,
poco importa a la guadaña
la mirada del enterrador,
no le importa a la montaña
otra hazaña del escalador
si al final te quiebras,
si al final te quiebras,
si al final, si al final
si al final, si al final.
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