Observa cómo la fila se hace cada
vez más corta. Dentro de nada le tocará a ella. Mete el dedo justo
donde se está descosiendo el dobladillo del uniforme. El hilo se
tensa sobre su dedo y al final cede a la presión.
Esta
vez solamente tiene una pelea con su hermano y una desobediencia a su
mamá. Tonterías. Necesita urgentemente algo más.
Se
da la vuelta y, sin que venga a cuento, le dice a su amiga que le han
comprado un perro blanco.
Ya
le toca. Se acerca algo más tranquila al haber podido añadir una
mentira a la raquítica lista de pecados que tiene esta semana.
Se
arrodilla ante la celosía de color caoba, suspirando por hacerse
mayor para aprender a pecar de verdad y así poder impresionar a ese
cura tan guapo que han traído las monjas para que practiquen los
rituales de la primera comunión.
viernes, 4 de junio de 2021
Mentirosa. Paz Montserrat Revillo.
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