El Laberinto es el cuerpo del Minotauro. Cuando Teseo va de aposento en aposento en busca del monstruo, se convierte poco a poco en el Minotauro. Éste se lo ha incorporado. Por eso es imposible que Teseo le mate al final, a no ser que se mate a sí mismo.
Cada uno se transforma en aquello que busca.
Imagen: Teseo y el Minotauro en el laberinto, de Edward Coley Byrne-Jones. 1861.
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