1
Lo
grave no es quemarse las manos en tu cuerpo,
morir
de tristeza en una esquina de tu cama.
Lo
que duele es no llegar al corazón del fuego.
2
No
sirve para nada la belleza del día
si
el corazón, enfermo, no sabe aprovecharla.
3
Buscaba
el mar como un ciego el tacto de las cosas.
4
Una
sonrisa como un faro entre la niebla.
Una
luz intermitente en la temible noche
de
la vida. Una cascada de agua en el desierto.
Una
luciérnaga en el corazón del insomnio.
5
El
tigre del tiempo nos acecha silencioso.
He
visto hace un instante sus garras en la alfombra.
Las palabras perdidas, 2011.
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