viernes, 31 de enero de 2014

Presentación.

Dicen que las mejores fragancias se sirven en frasco pequeño. Un frasco pequeño, mínimo, pero que es capaz de recoger la esencia del perfume, el alma. 
Esto se puede aplicar también al microrrelato. El formato es mínimo, un frasco pequeño, pero contiene lo esencial del relato, el extracto perfecto de la narratividad, la fantasía, la sorpresa, la ternura o el humor que quiera expresar el autor.
Abro este blog con una ambición bien pequeña: publicar mis propios microrrelatos para compartirlos con quien tenga el gusto de leerlos, y, al mismo tiempo, hacer un archivo con todos aquellos relatos, relatos breves y micros que más me han gustado. La tarea es, sin embargo, complicada, pues son muchos los cuentos que me sorprenden o cautivan todos los días.
El microrrelato, microficción, minicuento, o como quiera llamársele, ha sido considerado, solo desde hace pocos años, el cuarto género literario, pero lleva cultivándose en España y en otros países desde hace más de cien años. Hoy es un género bien asentado y que goza del aplauso tanto de lectores como de la crítica especializada.
Los requisitos del género son, básicamente, tres: debe estar escrito en prosa, debe ser breve y tiene que poseer narratividad (debe contar algo, por mínimo que sea). Otro de los rasgos que comparten los microcuentos es su enorme poder sugestivo. La brevedad obliga al lector a reconstruir en su mente una serie de sugestiones, insinuaciones y elipsis que el escritor o escritora ha ido dejando, como miguitas de pan, en su relato. También hay que prestar especial atención al inicio y al final del relato: el título forma parte integrante de la trama, y orienta al lector en la interpretación correcta; el final puede y suele ser sentencioso, sorprendente o misterioso y obliga al lector a seguir reconstruyendo en su mente diferentes interpretaciones sobre lo leído.
En fin, el microrrelato se configura como un género abierto, con pocas reglas que lo fijen, y como una categoría literarira que requiere de la labor conjunta de autor y lector para construírse y determinarse. Es un género que ha dado obras muy diferentes entre sí, que se ha beneficiado de las nuevas formas de comunicación (estoy hablando de la tuiteratura, por ejemplo), y que todavía hoy está en transformación y efervescencia.
El microrrelato se sirve concentrado en frasco pequeño, brillante y misterioso. Nosotros, lectores, debemos abrir ese frasco y disfrutar de su esencia, que nos enriquece y transforma.




No hay comentarios:

Publicar un comentario