LA FE.
Desesperado,
sin fe, prendió fuego al altar ante el que solía rezar.
No rezaba,
le gritaba en soledad a ese dios indiferente ¿por qué nunca creía en él?
La fe mueve
montañas, pero la pérdida de esa fe rompe la montaña en dos y deja el abismo
abierto bajo los pies.
PUERTA DE
TANNHÄUSER.
La lluvia se
confunde con las lágrimas más allá de la puerta de Tannhäuser.
Cruzar el
umbral de la puerta de Tannhäuser es dejar atrás tu vida y empezar un alma
nueva.
Los Rayos-C
dejan una estela azul brillante al reflejarse en la puerta de Tannhäuser.
La vibración
se extiende eternamente cuando alguien golpea con el puño el metal antiguo,
extraño, de la puerta de Tannhäuser.
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