Según recoge el reconocido mitólogo
inglés William Edward Moore en su definitivo y aclamado estudio sobre el mundo
feérico, el último encuentro entre un ser humano y un hada data de mayo de 1535.
Un tal Pete o Peke MacPherson o MacPhearson
pastoreaba su rebaño de ovejas en una zona boscosa del actual parque Nacional
de las Trossachs, cerca del lago Katrina, en Glasgow, Escocia, cuando un hada
del tipo Banshee o Banshea se posó delicadamente en su hombro.
El hombre, desconociendo la enorme
trascendencia de su acción, y confundiendo, presumiblemente, el peso del
maravilloso ser con el de cualquier insecto común del lugar, la aplastó de un
manotazo, limpió los restos contra la pernera del pantalón y siguió andando.
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