sábado, 13 de julio de 2019

Ángeles 13. Espido Freire.


Apostados cada uno en una esquina de la cama le veían cada noche rezar y dormir. Una vez quisieron mostrarse. El niño rompió a gritar y su madre trató de convencerle de que los monstruos no existían. Ellos bajaron la cabeza, avergonzados, y ocultaron su fealdad tras sus alas.

Cuentos malvados. Espido Freire, 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario