sábado, 9 de abril de 2022

Un requerimiento. Inés Quintero.

En los inicios de la Conquista, se redactó en España un documento que debía ser leído a todos los pobladores del continente americano. Este texto se conoce con el nombre de Requerimiento de Palacios Rubio.
El gobernador de Tierra Firme lo recibió en 1526 con la orden de obligar con él a los indígenas a que admitiesen su conversión a la religión católica y aceptaran su condición de súbditos de la Corona española.
El requerimiento empezaba explicando el hecho de la creación y como, a partir de allí, todos los habitantes de la Tierra, incluidos los indígenas, eran hijos de Dios y estaban obligados a obedecer los mandatos de la Iglesia y del Rey.
Si no se sometían, el gobernador tenía permiso a hacerles la guerra, a tomar a sus mujeres y a sus hijos y volverlos sus esclavos, para apropiarse de todos sus bienes y a practicarles los males y daños que merecían como vasallos que no querían recibir a su Señor. El Requerimiento de Palacios Rubio terminaba así: “Las muertes y daños que resulten de todo ello serán vuestra culpa y no de Su majestad, ni mía, ni de estos caballeros que conmigo vinieron”.
Este documento era leído en español, idioma totalmente desconocido para los indígenas.

No es cuento, es historia, 2012.

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