miércoles, 24 de febrero de 2016

Durmiente y bella. Pep Bruno.

Comieron perdices y fueron felices. Luego se casaron y justo después estaban solteros. Ella se puso a dormir cien años en un castillo rodeado de espinos y bosques salvajes. Él desapareció del cuento y no contó nada de nada. Ella se pinchó con una rueca un día mientras no cosía. Una bruja malvada la maldijo. Ella nació. Había una vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario