Ayer decidí dejar de fumar. Hoy he decidido dejar a mi mujer: Acostumbrado a observarla tras el humo, acabo de comprobar que no es lo que parecía. Supongo que todo su encanto estaba en su silueta distorsionada tras la humareda de mi pipa Doctor Plumb. Probablemente no encuentre a otra mujer como Daniela, pero mucho me temo que su presencia resulta demasiado vulgar bajo la perspectiva de los malditos chicles con nicotina.
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