viernes, 3 de mayo de 2024

En la misma nube de Jagger. Rafael Chaparro Madiedo.

Definitivamente sin Mick Jagger el mundo no sería lo mismo. Gracias Mick por esa canción llamada I can't get no satisfaction. Gracias Mick por la forma como dices don't play with me because you play with fire mientras uno se toma una cerveza en el fondo de  un bar junto al humo desolado de un cigarrillo azul en una noche de jueves mientras llueve, mientras hace frío, mientras pasan los buses atestados de cabecitas inciertas que salen del trabajo, mientras el bar se llena de soledades oscuras que vienen a meterse unos vodkas entre su piel, entre sus ojos, mientras afuera es de noche y adentro sigue usted señor Mick Jagger vomitando esas palabras de sus labios gruesos y groseros, esas palabras duras y secas, esas palabras llenas de whisky, besos y dólares. Gracias señor Mick Jagger por haber votado a la física mierda sus estudios de economía de la London School for Economics. Gracias por haber conocido a Keith Richards. Gracias por sentir ese mismo sentimiento que a veces se siente cuando todo llega y todo se va, ese sentimiento de vacío ante la estupidez del mundo, de las palomas y de las nubes, ese sentimiento parecido a las luces que no permite obtener satisfacción.


John Lennon tuvo que decir que era más popular que Jesucristo para ganar más popularidad. Usted señor Mick Jagger no tuvo necesidad de hacer eso. Usted llegó en helicóptero hasta donde el  obispo de la Iglesia anglicana y hablaba de la juventud, usted le dijo al obispo que un cacho de marihuana servía para ampliar un poco más las funciones cerebrales, usted señor Mick Jagger almorzó con el obispo anglicano y de nuevo se montó a su helicóptero, se fue para las nubes y siguió diciendo out of my cloud, fuera de mi nube, vete para la mierda, vete para la mierda la hipocresía, vete para la mierda las corbatas, vete para la mierda el pelo corto, vete para la mierda la guerra, vete para la mierda la reina y el rey y el príncipe, vete para la mierda las canciones dulzarronas de Lennon o  McCartney, vete para la mierda el arroz chino, Biafra, Vietnam, Nixon, el frío de Londres, los turistas, los productores, las giras, los hoteles, los periodistas, las lechugas, la crema dental, las naranjas, los estilógrafos, la bolsa de Nueva York, la de Tokio, la de Berlín.
Señor Mick Jagger: usted tiene casi cincuenta años y se le notan. Usted ha vivido como por veinte. Usted siempre fue un niño. A usted señor Mick Jagger siempre le gustaron las mujeres frágiles. Bueno en realidad le han gustado siempre de todos los gustos.
Cuando empezaron, cuando apenas eran unos cagones que tenían que pagarle a la gente para que fueran a sus conciertos, tenían que encerrarlos como cerdos en un apartamento para que se pusieran de verdad a componer canciones.


Señor Mick Jagger: siga siendo niño, siga siendo así, siga mamándole gallo a la muerte en cada canción, en cada concierto, en cada estudio de grabación. Señor Jagger, gracias a usted repetí cuarto de bachillerato, gracias a usted supe que la vida a veces sabe a cero en matemáticas, gracias a usted supe que había otras cosas más allá de Bogotá, Colombia, Suramérica, gracias a usted supe que estábamos de algún modo en la misma nube de opio. 

Un poco triste, pero más feliz que los demás. 2014.

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