domingo, 19 de agosto de 2018

Alivio. David Lagmanovich.

Ahora que la respiración no es un problema compruebo que tampoco tengo que ocuparme de los caprichos de mi cuerpo, del equilibrio de sus partes constitutivas, de las dolorosas epopeyas de dentistas y médicos traumatólogos, de la preocupación por el pelo y las uñas. Ya me parecía que estar muerto tendría algunas ventajas. 

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