Era rubio y empezaba a salirle
el bigote y por eso y otras cosas un mediodía de mucho calor decidió
abandonar la ciudad.
El
padre al notar la ausencia del hijo que empezaba a salirle el bigote
y que además se preocupaba en leer en los periódicos los artículos
de fondo, las noticias bélicas, y los sucesos, sintió hondo
malestar y enseguida dio parte a la policía. Transcurridas unas
horas la policía le notificó que habían encontrado a su hijo en la
ciudad de los niños ciegos.
-¿Pero
está bien? -quiso asegurarse el padre.
-Sí
-le respondió el policía-, se sacó los ojos y ahora juega con los
otros niños a la gallinita ciega.
Antología del microrrelato español. (1906 - 2011). 2012
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