El despertador sonó. Me desperté. Me desperté con ese mismo dolor no soportable. Quiero seguir durmiendo. Párate ya. Quiero dormir. Ya párate. Pero el despertador siguió sonando. Entonces, se paró mi corazón. Se paró mi dolor. Se paró el despertador. Pero yo ya no pude dormir. Los muertos nunca dormimos.
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