domingo, 17 de enero de 2016

Ensayo. Las microlocas.

El niño se lleva la mano al pecho. Quiere asegurarse de que su corazón está latiendo. Lleva tanto tiempo sin moverse. El fotógrafo hace un gesto y pide paciencia. Quieto, musita el padre. Y la madre suspira, mi niña. Pasan cinco, diez minutos. El teatrillo incluye a papá, mamá, el niño y su hermanita, sentados a la mesa para cenar. Nadie hace el gesto de llevarse el tenedor a la boca. Ninguno sonríe. Y la niña mira a la cámara con los ojos muy abiertos, como si estuviera viva.

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