lunes, 6 de junio de 2016

Creación. Jürg Shcubiger y Franz Hohler.

Al principio, solo existía Dios. Un día recibió una caja de madera llena de guisantes. ¿Quién se la podría haber mandado? Desde luego, él no conocía a nadie más. Aquel asunto le daba mala espina, así que dejó la caja —es decir, la dejó flotando— en el lugar donde la había encontrado. 
Siete días después, las vainas de los guisantes reventaron. La explosión fue tan violenta que los guisantes salieron disparados hacia la Nada. Los guisantes que habían estado en la misma vaina casi siempre permanecían juntos y giraban alrededor de sus otros compañeros. Empezaron a crecer y a brillar, y así, de la Nada, surgió el universo. 
Dios estaba perplejo. Más tarde, en uno de esos guisantes, se desarrollaron todas las formas imaginables de vida, incluida la de los seres humanos. Como aquellos hombres sabían quién era Dios, le atribuyeron la creación del universo y le adoraron como a su creador. 
Aunque Dios nunca intentó convencerles de su error, todavía hoy se pregunta quién demonios pudo enviarle una caja con guisantes.

 
Jürg Shcubiger y Franz Hohler. Así empezó todo. 34 historias sobre el orgien del mundo. 2007.

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