sábado, 25 de junio de 2016

Mis amnesias. Elena Sanjuanbenito.

A veces olvido cosas, casi siempre, en realidad. Mi psiquiatra dice que es una forma de protegerme, se supone que si olvido las llaves del coche en la oficina y los informes de la oficina en el coche, me protejo de algo. No sé, me protegeré de un contrato fijo. Va a ser eso. O de los atascos, o de arruinarme llenando el depósito. 
Un día olvidé que vivía en Madrid. Fue un buen día, lo recuerdo. Vagué por las calles con ojos de turista, hice montones de fotos con mi cámara de usar y tirar y mandé una postal al trabajo, una de la Puerta de Alcalá. 
Comí un bocadillo de calamares y vermú. Madrid me pareció una ciudad bonita y no terminé de entender por qué se empeñaban en reformar casi cada calle, en levantar puentes y socavar túneles y zanjas por todas partes. Recuerdo que me fui pronto al hotel y que el camión de la basura me ayudó a conciliar el sueño. Soñé que me volvía madrileña y tocaba el claxon sin parar. 
Dice mi psiquiatra que nunca ha visto un caso como el mío, que le interesa enormemente entender cómo funciona mi mente y cuál es la razón de que me proteja de un modo tan continuo. Yo, que no sé qué contestar, me quedo callada y le miro con mucha atención para ver si así recuerdo cómo dijo que se llamaba.

Razones para ir a Arkansas. Elena Sanjuanbenito, 2014.

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