La soledad y el abandono de un padre desconocido y una madre incapaz les ató profundamente y les enseñó a mirarse el uno al otro para encontrarse cada uno a sí mismo.
Aprendieron a transitar la vida aferrados, fundidos desde las entrañas, y crecieron formando un solo ser con dos cuerpos distintos. Intercambiaron exámenes, novias, trabajos. Vivieron una misma vida duplicada, compartiendo el pensar y el sentir, la misma cabeza y corazón, idénticos deseos y caprichos.
Pero un día llegó la muerte, que separó al uno del otro como un hachazo imprevisible de la vida.
El que quedó destruyó espejos, escaparates, cristales, parabrisas, objetos monstruosos que arrojaban un reflejo falso, incompleto y mentiroso de sí mismo.
PGM 2A
ResponderEliminarEste microrrelato es muy bonito y cuenta a la perfección la realidad ,ya que puedes estar siempre con una persona y apoyarse unos a otros, como debería ser simpre,pero cuando se muere tu compañero te undes y tienes que seguir a delante .
Gracias, P. Buen comentario.
EliminarSaludos.
Eva.
Me ha gustado mucho este microletato por que ha pesar de la mala situacion familiar de los niños, crecieron juntos y eran el uno para el otro. Pero cuando llego la muerte de uno de ellos, el otro se sentia incompleto y ya no era igual que antes.
ResponderEliminarGracias, K. Buen comentario. Me alegro de que guste el cuento.
EliminarSaludos.
Eva.