Hoy como tortilla. Necesito podar el magnolio. Y han despedido a Julián, el del super. Además me he cortado con el cuchillo de las patatas. El pequeño. Me pregunto qué sentido tiene llamarte para contarte estas cosas. Pero las ramas del jodido árbol están a punto de atravesar las ventanas del estudio. Marco tu número. De nuevo el contestador. Aún así te lo cuento todo. Ya sabes que nunca me gustó el jardín. Y hay más cosas. Mi bici sigue en el taller. Sí, es verdad, eso ya te lo conté ayer. Juan y Noelia se han separado y ahora él vive en Isla Mujeres con una mejicana de veintidós años. Se veía venir. Cuando se ve venir es más fácil. Y sí, llamaré a Mario el jardinero de los vecinos. Te lo prometo. No, no me duele el corte. Le he echado Betadine. Y así sigo, hasta que se agota tu batería. Después saco tu móvil del cajón y lo pongo a cargar. Llamo otra vez. Cuatro pitidos. Y tu voz, apenas dos segundos.
Hola, soy Fernando. Deja tu mensaje.
Te echo de menos. Hoy como tortilla.
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