jueves, 20 de febrero de 2014

Cuento eterno. Eva Sánchez Palomo. Microrrelato.



Y la Tierra explotó.
Y millones de fragmentos volaron desparramados por el universo, convertidos en cometas.
Y muchos de esos cometas se desintegraron al contacto con atmósferas ajenas.
Y algunos cometas se alejaron de la fuente solar y aún giran impasibles, congelados; atrapados en órbitas extrañas.
Y otros cometas impactaron en suelos desconocidos, y yacen quietos. Piedras entre piedras estériles.
Y solo un cometa cayó en suelo acuoso, protector, amigo.
Y en ese cometa, restos de la vida en germen, microscópica potencia.
Y giró el planeta muchas veces.
Y la vida microscópica tornó en animal preciso, perfecto, salvaje.
Y en uno de esos seres perfectos, precisos, la parte más salvaje se murió.
Y el ser tomó conciencia de sí mismo.
Y se llamó a sí mismo “humano”.
Y llamó “Tierra” al suelo amigo.
Y el ser inteligente se multiplicó y dominó la Tierra.
Y aprendió a odiarse a sí mismo.
Y odió a su Tierra.
Y se hizo tan peligroso que provocó su destrucción.
Y la Tierra explotó.
Y millones de fragmentos volaron desparramados por el universo, convertidos en cometas.


2 comentarios:

  1. Un microrrelato muy interesante y profundo. He dado con tu blog mientras buscaba en Google el microrrelato "El solipsista" de Fredric Brown, y me he llevado una grata sorpresa al ver la cantidad de microrrelatos que tienes aquí archivados y que sigues publicando. He empezado a leer tu blog desde el principio y espero ir leyéndolo día a día 🙂

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    1. Muchas gracias, Miguel.
      Aquí he recopilado auténticas joyas, los míos son piedrecitas sin importancia.
      Disfruta de las lecturas.
      Saludos.

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