-Desnudar
una sirena requiere técnicas de descame demasiado sangrientas para
los románticos.
-Las
sirenas comprenden pocas cosas de nuestro mundo, y nosotros no
entendemos sus ojos coral, sus manos liquen, la marea lenta de su
sangre.
-Como
más amamos a las sirenas es fuera del agua, sin su cola de pescado,
ni sus ánimos carnívoros y en fin, cuando no son sirenas.
-A
las sirenas les extraña el hecho de que si pones un marino en tu
oído no escuchas el mar.
-Puedes
amar a una sirena pero no dejas notar, tal vez cuando te devora, su
naturaleza depredadora.
-Las
sirenas que han abandonado el mar, reducen un poco su nostalgia
cuando miran nadar las aves en el cielo.
-Durante
el amor, las sirenas disfrutan de los sonidos de ellos, que se ahogan
en su cuerpo.
-Durante
el sexo, los amantes de las sirenas tratan de ser un mar.
-Las
sirenas descubren que las lágrimas saben a mar, y se preguntan qué
hizo a los dioses llenar medio mundo con su dolor.
-El
salino sabor de las lágrimas hace preguntarse a las sirenas cuanto
mar tenemos dentro.
-Las
sirenas cantan en bares a donde llegan Odiseos de gabardina y
sombrero fedora dispuestos a descubrir cuántas formas hay de
naufragar.
-Después
de llegar a tierra, de vivir una vida humana, las sirenas empezaron a
soñar con volar.
-Los
retratistas odian pintar sirenas, nunca les sale bien la voz.
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