lunes, 26 de octubre de 2015

Versión Oficial. Alberto Sánchez Argüello. Microrrelato.

Quinta sesión con el psiquiatra, ya estoy tan acostumbrado que hasta podría quedarme dormido si no fuera por las malditas moscas que me persiguen a todos lados. Yo creo que estas sesiones son un desperdicio de dinero, pero mis padres me dicen que es lo más sano, que así podré tener otra vez una vida normal. He optado por no contrariarles, ya han tenido bastante con la presión que han sufrido desde el gobierno y los medios oficialistas. En la consulta hacemos la revisión de siempre: repito que la marcha en la que participé no fue pacífica, que la gente apresada tuvo que se ser reducida a la fuerza por violentar el orden público, que mis amigos no fueron secuestrados por policías de civil, que en realidad ellos existen sólo en mi imaginación. Y claro, repito una vez más que nadie me golpeó hasta matarme, que lo mío fue una simple contusión tal cual lo describe el informe policial. Agradezco la paciencia, limpio los coágulos de sangre que quedaron pegados en el sofá y me alejo por las calles, acompañado por las moscas. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario