viernes, 5 de mayo de 2017

Me abandoné. Raúl Brasca.

Me abandoné a la placidez del sueño y, cuando regresé a la vigilia, me vi empapado y temblando de miedo. Me perdí detrás de una mujer, y cuando me di cuenta, estaba desnudo y sin un centavo. Me dejé flotar en el vaivén de las olas, y cuando volví en mí, me hacían respiración artificial. Definitivamente, no puedo dejarme solo.

 

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