Una historia contemporánea,
probablemente francesa, presenta a un escultor que ordena que se le
lleve un gran bloque de piedra y se pone a trabajar en él.
Unos meses más tarde, acaba
de esculpir un caballo.
Entonces un niño, que le
había observado trabajar, le preguntó:
—¿Cómo sabías que había
un caballo dentro de la piedra?
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