Soñé que me convertía en una silla y que me veía obligado a soportar durante todo el día el peso de una enorme señora haciendo calceta. Cuando desperté me dolía muchísimo la espalda, y no hubiera sabido decir si era un hombre que había soñado ser una silla o, por el contrario, una silla que ahora soñaba ser un hombre.
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