domingo, 17 de marzo de 2019

Rastro. Juan Romagnoli.


No es fácil perseguir centauros. Como ya nadie cree en ellos, se debe preguntar con sutileza, en forma indirecta:
-¿Ha visto usted pasar por aquí a una hermosa yegua negra con manchas blancas? –o bien:
-¿Ha visto usted pasar por aquí a una hermosa muchacha de cabellos dorados y rosados pechos al viento?
La respuesta nunca será un sí rotundo y, las más de las veces, será negativa.
Sin embargo, muy de tanto en tanto, cuando estábamos a punto de abandonar la búsqueda y, desilusionados, emprender el retorno, el interlocutor ocasional en algún pueblito poco frecuentado se quedará en silencio frente a nosotros, con la mirada iluminada y distante, definitivamente enamorado, con una gota de rocío a modo de beso en la mejilla e incapaz de pronunciar palabra alguna.
Entonces sabremos que vamos por el camino correcto.


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