viernes, 8 de enero de 2021

Alumbramiento. Rubén Gonzalo Ledesma.

Una noche de sueños húmedos, tras mantener relaciones sexuales imaginarias, dejó de venirle la regla. El polvo fantasma se tradujo semanas después en náuseas y vómitos. El test de embarazo confirmó sus sospechas. Conforme transcurrieron los meses, le crecieron los pechos y notó un aumento considerable de la tripa. Algunas noches, mientras descansaba, notaba al bebé moviéndose dentro de su ser. Ilusionada por su inminente maternidad, pintó la habitación del pequeño, compró la cuna, el cochecito, el sonajero, el chupete, los patucos. El parto fue difícil. La criatura nació por cesárea. Pesó dos kilos y setecientos veintinueve gramos de aire.


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