domingo, 8 de mayo de 2016

Juego genial. Guillermo Bustamante Zamudio.

Las enciclopedias constatan la inconsistencia de las versiones sobre el origen del ajedrez. Queda claro que tal diversión no tuvo un origen único y que, gracias a un proceso de transformación constante, llegó al estado en que hoy lo conocemos, con sus ingeniosas e infatigables posibilidades.

Parte de dicho proceso es la desaparición de una pieza que antes disfrutaba de funciones especificas. Hoy conocemos parejas de alfiles,caballos y torres, además de peones, rey y dama. Pues bien, antes , entre el alfil y la dama, existía otra pieza: El gato. Uno solo era suficiente.

El gato no tenia reticencia en orinar el vestido de la dama, desobedecer al rey, hacer mofa de la solemnidad del alfil, empujar a los peones en formación, arañar al caballo y realizar ágiles cacerías de pájaros y baños de sol encima de las torres. Era muy difícil sorprenderlo en la contienda. Debía ser eliminado siete veces.

No avisaba jaque. Tomaba piezas en cualquier dirección como resultado de perplejantes saltos acrobáticos.

En el gato del otro bando no veía un enemigo, era frecuente encontrarlos en rochela hacia el centro del tablero.

Tan maravillosa pieza de ajedrez se sacrificó, no sin sonoras quejas- y pese al respeto que culturas orientales brindan al animalito- a nombre de la seriedad que hoy caracteriza al juego.


2 comentarios:

  1. Hola me tocó estudiar este micro-relato y debía encontrar algunos rasgos literarios de la post-modernidad, yo hallé Escepticismo radical, utiliza la paradoja y el principio de contradicción, el Recurso frecuente al humor y la Ironía carnavaliza la tradición, y y utiliza textos ex-céntricos experimenta personales, recursos lingüísticos y los pasa a segundo plano. un saludo y gracias

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  2. Muy buenas reflexiones sobre el relato, que es una maravilla.
    Gracias por entrar aquí a leer. Un saludo.

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