lunes, 7 de octubre de 2019

Pequeña fábula sin importancia. Nora Scarpa Filsinger.

El gato persa, rechoncho y peludo, que dormita en almohadones de pluma, nunca llena su estómago. Reclama porque todo lo que va a su plato le resulta insuficiente. Reclama si acaso algún ratoncito mordisquea una cascarita de su pan. Los ratones, sometidos pero solidarios, arriman lo que tienen a su alcance, privándose del propio alimento. Cada vez engorda más el gato, y cada vez enflaquecen más los ratones.
El gato sabe convencerlos de que así son todos felices. 

 

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