lunes, 15 de marzo de 2021

Spin off. Manu Espada.

Tu nuevo vecino es famoso. Era el protagonista de tu serie favorita. Tienes todos los DVD,s. Al principio pensaste que sería Kelsey Grammer, el actor que encarna al psiquiatra Frasier Crane, pero no. Él es Frasier en persona. Un personaje de ficción de carne y hueso. Tiene su sonsulta puerta con puerta con tu casa. Por allí desfila todo el elenco de seres que pueblan los episodios: su padre Martin, Daphne la terapeuta, Eddie el perro, o Niles el hermano pequeño. Los observas a través de un agujero que has hecho en la pared. Al principio pensaste que todos eran actores, pero no, no actúan. Repiten palabra por palabra los diálogos. Te los conoces de memoria. Incluso puedes escuchar las risas enlatadas que ellos no pueden oír después de cada chiste. Es extraño convivir con personajes que, en realidad, no existen fuera de la comedia para la que fueron escritos. Los actores deberían saber que sus personajes tienen vida propia. Al fin y al cabo se sirven de su imagen para exisitir, como un parásito alienígena que invade un cuerpo. Pensaste si tú también serías un personaje de ficicón y tu destino lo escribe un equipo de guionistas, pero tienes libre albedrío. Eres real. Te mueves a voluntad. Te mudaste a Seattle porque tú lo elegiste. ¿Podrías entonces intervenir en la vida de Frasier? Cómo admiras a Frasier. Lo sigues desde que no era más que un secundario en Cheers. Cómo te alegraste cuando lo convirtieron en protagonista.
Un spin off, se dice ahora. Sacan a un secundario popular de la sombra y le ponen los galones de protagonista para que sea el capitán de su propia serie. Te encantaría entrar en su consulta, ¿verdad? ¡Bastardo! ¡Crees que necesitas un psiquiatra que te medique de nuevo para librarte de mí! No te debieron encerrar en el manicopio por matar a aquellas personas en el motel. Tú y yo sabemos que fui yo quien lo hizo. Yo empecé la carnicería acuchillando a aquella zorra en la ducha. ¡Tú lo sabes! ¿Por qué me quitaste el mérito ante la policía, hijo mío? ¡No me restes protagonismo! ¡Reniegas de mí! ¡Te avergüenzas! ¡Siempre escondiendo a tu madre! ¡Si intentas de nuevo hablar con ese psiquiatra, convertiré la comedia de Frasier en un drama! ¡El llanto enlatado sustituirá a las risas! ¡Aléjate de la puerta! ¿Dónde vas, Norman?

Petricor, 2018.

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