Mi nombre es Johny y soy un fox
terrier. mis raíces británicas me han heredado un pelaje lacio, así
como una combinación muy estética entre el blanco y el café. Sin
embargo la vida es dura conmigo: habito en un cuarto de azotea, mi
trabajo consiste en cuidar un colchón y una virgen de porcelana, me
alimentan con patas de pollo o cueritos de cerdo.
Lo
peor es que todas las tardes llega la anciana con su bastón,
arrastrando la pierna se me acerca, su ropa huele a coladera y,
mientras llora en mi espalda, yo quisiera ladrarle, suplicarle, por
favor, dígame Johny, no Juanito.
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