La niña coloca las muñecas sentadas en el suelo frente a ella. La madre se asoma con el bebé en brazos y le recuerda que va a preparar la merienda. La niña habla a las muñecas, les pregunta si han sido buenas y han terminado ya los deberes. Se calla y observa con detenimiento a la muñeca blandita, la del chupete y los ojos azules. La coge y la golpea contra el suelo con todas sus fuerzas. Contiene el grito que se le viene a la boca y suelta un gruñido animal. La emprende a manotazos con el resto de muñecas, resopla y se mira en el espejo: los ojos muy negros y la cara colorada. Oye a la madre llamándola para merendar. Recoge las muñecas y las deja en la cama; compone sus ropas y las peina. «Portaos bien», susurra antes de salir. Luego se acerca a la cocina, acaricia la cabeza del bebé y recibe el pan con chocolate con su mejor sonrisa.
Los otros mundos, 2012.
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