jueves, 22 de agosto de 2019

Una nube de historias. Juan Yanes.

Hay una nube enigmática encima de nuestras cabezas. Una nube llena de historias. Las historias nacen en la tierra pero luego se evaporan y se condensan en forma de nube. La nube de las historias es enorme y en ella están ―en estado gaseoso― todas las historias del mundo, de todas las culturas, en todas las lenguas y de todos los tiempos. ¡Es fantástico! El contador de historias no tiene más que subirse a una escalera, meter la cabeza en la nube y chupar. Después se sienta a escribir y la historia sale por la punta de la pluma, casi automáticamente. Lo malo de la nube de las historias es que cuesta mucho verla a simple vista, hay que aguzar el ingenio. Ese es el único inconveniente, pero bueno, no todo va ser coser y cantar. Hay escritores que se enchufan a la nube desde por la mañana y están todo el santo día chupando. Después le salen unos cuentos larguísimos e insoportables o unas novelas con forma de horrendos mamotretos. A mí me gustan sobre todo esos seres ligeros y luminosos que escriben cuentos cortísimos, que dan un chupetón a la nube y en cuatro líneas te dejan flipando.

Del blog del autor: Máquina de coser palabras.


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