lunes, 29 de abril de 2019

El monje y la mosca. Alexandr Zchymczyk.


El timbre en los monasterios hace yin-yang.
—¡Maldita mosca!
Pero antes de poder levantar el brazo para asestar el certero golpe, el desesperante zumbido cesó y el monje se dio cuenta de repente: aquella mosca había descubierto su lugar exacto en el universo, había alcanzado la iluminación logrando el equilibrio perfecto y se desvaneció como si nunca hubiese existido.
—¡Maldita mosca! —dijo el monje y en su voz había envidia.


Delirios de imaginantes. Interancional Microcuentista, 2015.

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